viernes, 10 de febrero de 2017

Grábame como sello en tu Corazón


«Entonces la mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer,
atrayente a los ojos y deseable para lograr inteligencia;
así que tomó de su fruto y comió. Luego se lo dio a su marido,
que también comió. Se les abrieron los ojos a los dos
y descubrieron que estaban desnudos; 
y entrelazaron hojas de higuera y se las ciñeron.
Cuando oyeron la voz del Señor Dios que se paseaba por el jardín 
a la hora de la brisa, Adán y su mujer se escondieron de la vista
 del Señor Dios entre los árboles del jardín».

Lecturas del día: (Gén 3, 1-8) (Sal 31, 1-7) (Mc 7, 31-37)

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